La rampante corrupción en el sistema de justicia, sumada a la intimidación, los procesos ineficientes y las acciones dilatorias en los casos de abusos graves, ha contribuido a los altos niveles de impunidad en Guatemala, señaló la organización Human Right Watch (HRW), en su informe mundial sobre derechos humanos.
El estudio resaltó el caso por genocidio en contra del ex golpista Efraín Ríos Montt, sentenciado a 80 años de prisión en mayo del 2013 por el asesinato de civiles entre 1982 y 1983, pena que fue revocada luego por la Corte de Constitucionalidad (CC).
Por este caso la jueza Jazmín Barrios, quien preside el tribunal que condenó a Ríos Montt, fue suspendida de sus funciones y multada por el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG), un evento que fue descrito por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos como un serio asalto a la independencia judicial.
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